Hoy si tendre un buen dia.
Hoy si tender un buen dia.
Ramon Lopez, como todos los santos días llegaba a su pensión con su kiosco portatil, el que todas las mañanas armaba en el parque Libertad y 16 horas después desarmaba y llevaba a su cuarto para volverlo a llevar al mismo parque al día siguiente, no sin antes decir religiosamente sus oraciones que siempre finalizaba con “Hoy si tender un buen día”. Y esto era de lunes a lunes, y así durante los últimos 20 años, antes había sido albañil, barrendero, mecánico y sobre todo “changuero”, pero por la libertad y flexibilidad que le otorgaba, nada le gustaba mas que su ultima actividad. Sin horarios, ni lugares fijos, ni jefes mas que si mismo. “Uno es lo que vende. Y yo vendo dulces”, Bromeaba. A pesar de las apariencias a sus 60 años, soltero y asmatico, Ramon era feliz, no tenia pareja y amigos ocasionales que le duraban lo que duran los amigos ocasionales. Pero con ellos desagotaba bien sus necesidad sociales. Su grandes amigos era Dios y Jesús. Su hobby la lectura, donde encontraba gran consuelo sobre todo en la temática cristiana y espiritual. Su obra para Dios consistía en predicarle a cada cliente y transeúnte del parque con breve mensajes cristiano que el mismo escribía pintados en las cuatro caras de su cuadrangular carro, mensajes que periódicamente renovaba, siendo la pintura y pinceles un presupuesto continuo pero lo gastaba con amor porque sostenía “es mi ofrenda a Dios, mi diezmo que más no puedo”. “La felicidad esta dentro de uno y no fuera, donde la buscan todos los ciegos”, sostenía. “Conformase con lo que tienes y olvidar el resto. Como dice Eclesiastés”. Luego de traiciones y corrupción que vivió en Iglesias, no pertenecía a ninguna religión mas que la pureza de la Biblia en si. Pero como su fe era tan estable y durante tanto tiempo, el había logrado llegar a un punto demasiado alto en la comunión con Dios, por esto ya figuraba en la mira de Satán como peligroso, porque se le podía escapar de verdad, el ataque era ahora o nunca, con licencias tiradas de los pelos ya tenia preparada su red final, porque esa noche Ramón iba morir. El vivía en una zona peligrosa de la ciudad donde eran comunes los robos por cosas de poco valor. Como vampiros muertos de hambre que, o se roban entre si, o roban donde se presumen mas pobreza. Asi se metió esa badcrin de 6 integrantes en la casona vecina de la pensión, donde convivían dos familias parientes, los gritos y su inmediata reprensión hicieron que llamaran a la policía varios vecinos insomnes y con el “siempre listo” activado perpetuamente acostumbrado a los asaltos. Las patrullas y motos llegaron en seguida con su escandalosa y ensordecedoras sirenas y luces estroboscópicas. Ante su orden atronadora: salgan con las manos en alto!, los malvivientitas quedaron fuera de control por la situación en si, pero potenciado por las drogas que tomaron para envalentarse. Literalmente parecieron enloquecer actuando frenéticamente, incontrolables aun para sus propios demonios. Sin el mas mínimo razonamiento treparon por el techo y saltaron como un malon diabólico a la pensión de Ramón cayendo justo sobre el techo de su habitación, produciendo un sonido que era la señal clara de algo horrible aconteciendo y por acontecer, el se despertó y tubo la idea mas lucida de toda su vida, tomo la biblia y salió con ella como escudo interno y externo. Sin el mas mínimo miedo. El lardón asustado y atolondrado, como la antítesis perfecta del buen ladrón, le disparo justo en el pecho hacienda que Ramon muriera en el acto. Su compañeros le recriminaron porque disparo, el respondió que pensaba que en su mano tenia un arma. Y efectivamente la tenia, una arma de luz. Y ahora como si una campana de la realidad lo encerrara todo en un profundo silencio, Ramon vio su cuerpo en el piso mientras simultáneamente el estaba parado a su lado. Según la física newtoniana eso es imposible pero el ya no estaba en esta realidad. “Ho he muerto, asi lo quiso Dios” dijo una parte de si. Satán se la jugaba toda en un instante pues por la altura moral alcanzada por Ramon tenia solo unos minutos para destruir su fe. Ese hombre simple y sumiso, no se le iba escapar, si bien personalmente, tenia todo en orden para subir al reino en ese mismo instante, el acusador contaba con su permiso ganado por la mediocridad de tantos cristianos que si bien aparentan cristianismo por fuera, internamente su fe es tan firme como la madera balsa. Y tan recta como una ruta en altas cumbres. Entonces el adversario de la salvación había preparado con gran esmero los dardos incendiaros indicados para ese crucial e inesperado combate, haciendo para Ramon una odisea de Job pero fugaz. Con pocas oraciones ese alto árbol, debía caer de las alturas que por silencioso y suertudo había logrado llegar, aunque no hay nada de azar para Dios.
-“Hoy si tender un buen dia… hoy si tender un buen dia”. Lo imito burlón el diablo rojo como una cereza incandescente.
-Me aturdís con tu balbuceo insensato, fracasado!, hace 20 años que no tenes un buen dia! como seguís con fe en tu tonto y malvado Dios. Tenes la vida mas triste del mundo. Con toda naturalidad respondió Ramón.
-Tus palabras intentan apagar mi fe con nafta. Además tengo mi carrito, mis libros. Mis tardes…. Y mi biblia agrego.- Con todas sus promesas…
-Mi palabras?, mis palabras? Mas bien sus olvidos deben apagar tu fe. Y el colmo te hizo tener una muerte de un nadie por un nadie, sos insignificante para tu Dios. Nadie reclamara tu cuero en la morgue!.
– Si! Como que no? Si done todos mis órganos!. -Lo que para nosotros sonaría como un chiste, era la gran soledad de Ramon, de todas formas lucifer, el amante de las carcajadas profundas, esta vez, opto por no reir.
-No tenes nada Ramon aceptalo. A tu hermana en su corta vida le fue mejor, a tus primos les fue mejor...
-Bueno te lo blanqueo: no me interesa el dinero. Se supone que un creyente sacrifica esta vida de oropel por aquella otra.
-Pero como se te afilo la lengua feriero.!
-“No preparen sus palabras. Yo hablare en ustedes y ninguna sabiduría humana los podrá contradecir…” sito Ramon a Jesus y agrego: humana ni no humana y también te digo, no, no tendré nada material pero tengo mi integridad, y con eso basta, pues. “De que le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?. Pregunto el Maestro. -Por tu “integridad” perdiste a la única mujer que amaste en tu vida, hace como uy… cuantos 120 años? y sábelo ella te amaba mas a ti que por quien te dejo. Se la deberías haber quitado. Por vos y por ella también. Porque no pelase por ese amor, por cobarde, por lerdo, por falta de cojones! Por tu “integridad”.
-Siempre supe que era como decis, pero siempre sospeche que eras vos el que me ato para que no peleara un poco mas por ella. Porque recuerdo tener la mente en blanco por tiempos prolongados, eran tus garfios en mi mente!. Y lo hiciste para que ese conflicto interno me desgaste y desbaste el resto de mi vida. Veo que acerté. Esa paz que lograba pensando eso ahora es total porque se que era verdad. Pero también acerté en que Dios dejo que tu me ataras para que me dedique mas a El que a mi esposa y mi futura familia. Lo cual perfecciona aun mas mi paz.
Si bien Ramon hablaba mirando a lo lejos, Dios hizo que de reojo mirara a Satán para verlo con la mirada clavada al piso con los ojos angustiados y enromes mirando desesperado con cara de pillo atrapado, tratando de encontrar una salida elegante a su certera e inesperada respuesta como dictada por el mas puro rayo de Santo espíritu, cosa que ya estaba grabada en su ADN desde el principio como si desde un principio ya se hubiera ganado la respuesta a los dilema que satán lo enfrentaba. Hacienda que el misil lanzado cambiara de dirección proporcionalmente opuesta explotando en la cara de satán dejándolo aun mas rojo, fluorescente ahora, ridículo, y ahora era el, el desgastado y devastado. Pero ni aun vencido se daba por vencido el eterno mal perdedor, y como usando el as en la manga, vocifero teatral: ´
-Y entonces…? porque no viene el a rescatarte tu Dios? Porque te tengo en mi red? vine llevarte al infierno y allá me la pagaras por todas las que me hiciste.- A medida que satán perdía su discusión, su elocuencia bajaba respectivamente y subía la de Ramón por canalizar con mas y más potencia la luz del Espíritu santo.
–Hipotéticamente me tienes solo si, como un tonto, te creo. Me tienes solo en tus quimeras, con tus sucias tretas, no me podes tocar mas que con tu palabras tramposas y leguleyas. Solo debo creerte para perderlo todo, como siempre haces con tus presa: le haces creer que ya perdió y cuando baja los brazo, lo atacas pues perdió en la ley uno del juego: LA FE. Pero yo creo en la sangre de Jesús y su poder redentor. El pago por mi y yo no retrocedí nunca desde que lo acepte! Su poder me ampara. Fuera de aquí de una vez, Satán! Porque esta escrito “Solo a Dios adoraras”. Como en esta dimensión, la unión del oxígeno, el combustible, y el calor hacen fuego. La fe, el amor, la misericordia, el discernimiento en un alto grado son los detonantes que hace lo mismo en los planos celestes, es decir: Luz. Y era en esos planos celestes donde ocurría esta discusión, mismo lugar donde ocurrió dicha explosión de luz porque la fe solida y firme de Ramon que apretó esos detonantes con toda precisión haciendo que Satán con sus custodio incluidos volarán por los aires lejos, bien lejos, Ramón lo vio, y sintió jubilo, gozo, euforia por su triunfo personal pero aun así, incansable Satán quiso volver...
-Y otra cosita mas...
-No! nada mas, suficiente para Mi. Dijo cortante Jesús acercandose majestuoso, radiante, feliz por la prueba aprobada con la nota mas alta de su amado acolito. Satán avergonzado retrocedió, primero chamuscado, carbonizado después disolviéndose por fin! como si una leve brisa barriera con un insignificante hollín. Un enorme túnel de luz se abrió conformado por infinidad de ángeles iridiscentes que cantaban hermosas melodías, mientras Jesús y Ramón ascendían por el túnel hacia el reino de Dios haciendo que si, ese dia efectivamente Ramón, tuviera un buen día. FIN.
Epilogo: “Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes.” Salmo 22. Efectivamente en la pensión se sortearon las cosas de Ramón. “Fue contado entre malhechores” , Isaías 53, 12. Efectivamente su tu tumba estaba al lado de dos de los criminales abatidos. Pero si reclamaron su cuerpo, fue un amigo llamado Josefo el cual le dio sepultura cristiana. Si bien estas palabras son para el Cristo de Yahve, en la geometría fractal que Dios utiliza en toda su obra es común que estas sincronías o “diosidencias” ocurran a menudo.
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